CABINA DEL CONCORD Vs. CABINA DEL TUPOLEV TU-144.
CONCORD
La cabina del avión se mantenía por lo general, en cuanto a presión, al equivalente de una altitud de 1800 - 2400 metros. Los aviones subsónicos suelen volar a una altura media de 40 000 pies, unos 12 000 metros, pues por encima de 50 000 pies las condiciones atmosféricas pueden poner en riesgo la integridad física de los pasajeros; también son peligrosos los cambios violentos de altura y su correspondiente presión atmosférica debido a la reducción de la densidad del aire.
El diseño y presurización especial de la cabina del Concorde le permitía volar hasta una altura máxima de 60 000 pies, lo equivalente a unos 18 000 metros de altura. La aeronave también estaba equipada con sistemas de reserva de aire para aumentar en casos de emergencia la presión en la cabina. Sus ventanas eran más pequeñas de lo normal para ralentizar cambios bruscos en la presión atmosférica de la cabina en relación al exterior.
TUPOLEV
Uno de los problemas para los pasajeros durante los vuelos fue el alto nivel de ruido dentro de la cabina. El ruido venía parcialmente de los motores y en parte del aire acondicionado y el revestimiento del sistema de refrigeración de la aeronave . A diferencia de los aviones convencionales, este sistema de enfriamiento era absolutamente vital para velocidad crucero supersónica para enfriar el revestimiento de la aeronave, para que no se sobrecaliente y pierda su integridad estructural. El calor generado por la fricción intensa aire- superficie en vuelo supersónico se pasa al refrigerante ( aire de la cabina , en el caso tanto de los Tu- 144 y Concorde ) y posteriormente descargado a través de intercambiadores de calor con la corriente de combustible justo antes de que se bombea a los motores. A diferencia del Concorde, el sistema de refrigeración del Tu- 144 era muy ruidoso. Los pasajeros sentados uno junto al otro podian tener una conversación con dificultad, y esos dos asientos sentados aparte no podían escucharse entre sí, incluso cuando se gritaba y tuvo que pasarse a notas escritas a mano en su lugar. El ruido en la parte trasera de la aeronave era insoportable. Alexei Tupolev reconoció el problema de los pasajeros extranjeros y prometió arreglarlo.